La sostenibilidad no es una moda pasajera, sino un valor cada vez más fuerte

En cuestión de pocos años, he visto cómo la empresa, y en especial sus empleados, han recibido la sostenibilidad con los brazos abiertos.  Se trata de una corriente que empieza desde abajo en el que cada individuo quiere participar y aportar su granito de arena.  No se trata de una tendencia, sino de un movimiento imparable.

Mi meta es aprovechar esta energía positiva para apuntar más alto y conseguir objetivos más difíciles. Por ejemplo, creo que en un futuro cercano tendremos que abordar el problema de la huella de carbono.  No es solo el impacto que deja nuestra empresa, sino también el de los partners de los que dependemos.